Hoy en día se pueden hacer incluso buenas campañas publicitarias grabando únicamente con un smartphone. La tecnología ha mejorado sus cámaras a niveles que nunca imaginaríamos. Y es que, aunque una buena cámara garantice calidad en la producción, lo primordial es la idea. Pero si necesitas un resultado de calidad, asegúrate de contar con una buena cámara. El contenido alcanzará mucha más calidad. Una vez que tienes la idea clara, todos los procesos creativos siguen el mismo desarrollo para ejecutarse. No importa si quieres saber cómo hacer una película o cómo grabar un disco de música. Da igual que sea un documental, un corto o un largometraje. Las fases van a ser exáctamente las mismas: preproducción, producción y postproducción. Veamos qué necesitas saber a grandes rasgos sobre estos tres procesos.
Una vez que tengas tu historia en la cabeza y una cámara, llega el momento de empezar la primera fase: preproducción. Aquí es donde vas a sentar las bases y a darte cuenta de cómo financiar una película. O, al menos, de lo importante que es adelantarse para que el golpe económico no haga mella en tu proyecto en fases posteriores. Empieza a cerrar los primeros detalles para poder tener un desglose de gastos. Deberás pensar en las localizaciones donde quieres rodar las escenas; crear un guión técnico para organizar todos los elementos que incluirá tu vídeo, con una descripción completa y bien detallada; y redactar el diálogo, la acción y los gráficos. Sigue el proceso con la creación del tratamiento: ¿cómo vas a producir el vídeo? El formato, la continuidad o el diseño de la producción son esenciales en esta primera fase. Si ya tienes el concepto de tu historia, pensar en el concepto para tu vídeo vendrá de forma mucho más fácil y espontánea. Ahora viene la fase de producción, que es en la que tienes que hacer todo el despliegue de equipos y pasar del papel a la acción. Para seguir evolucionando en el proceso piensa en todos los preparativos necesarios. El staff o personal de producción es quien se encarga de preparar los equipos técnicos. Pero, en un proyecto de pequeño presupuesto, es muy interesante convocar a todos los amigos posibles que tengas que puedan estar interesados. Bien porque quieren involucrarse en un proceso creativo como este, o simplemente porque quieran ayudarte a ti. Ahora empiezan los detalles: la iluminación, el audio el directo (el cual se graba al mismo tiempo que la imagen)y el maquillaje de tus actores (en el caso de que los tengas). Después viene el momento de grabación, que deberá seguir las directrices de imagen que tú has tenido que pensar y crear previamente en tu storytelling visual. Por lo general se prepara dibujando toma a toma en forma de viñetas para darle un hilo conductor visual a la historia. Pero también puedes tenerlo escrito y en el momento del rodaje ir ajustando los encuadres y las escenas como a ti más te gusten. La fase de postproducción es la última de todas, y es en la que confluyen todos los materiales anteriores y donde empiezas a ver el resultado definitivo. Aquí debes conjugar todo lo anterior y preparar la edición del vídeo con cada escena. Primero, el productor (si eres tú, tendrás que hacerlo tú mismo) seleccionará qué tomas de todas las que ha grabado le sirven. Podrá empezar a montar en una línea temporal que cuente tu historia como tú quieres que sea vista y escuchada. Después, cuando ya está editado, puedes plantearte usar material gráfico o musical de apoyo (fotos, música, sonidos, subtítulos, etc). Aquí necesitarás la ayuda de locutores para grabar el diálogo y la voz en off (si la hay) de los personajes. Una vez tengas todo listo puedes afinar toda la edición del proyecto . Un ejemplo, » tv.film» 📹